Práctica 11

El trabajo soñado

Presentación en el campo de fútbol de la USB

El 28 de diciembre de 2011 comencé mi primer empleo como organizadora de conciertos y el primero fue el de la señorita “femme fatale” Britney Spears. 

 

Al despertarme a las cinco de la mañana el 28 de noviembre de 2011 esperaba con ansias que fueran las 12:00 del mediodía. Estuve emocionada toda la mañana y hasta vi con euforia la clase que más detestaba del tercer semestre: metodología dos. Nada importaba ese día, ya que por fin empezaba mi primer empleo, y no era cualquiera, sino que me permitía ver de cerca a una de las artistas con gran fama internacional. Por supuesto que el de la princesa del pop, Britney Spears.

Comenzó como un día ordinario para luego convertirse en una odisea. Una amiga, logró por medio de su hermano, que nos aceptaran como protocolo y organización en el concierto. Pensábamos que no solo veríamos a Britney Spears, sino que además, nos pagarían por ello. El punto de encuentro era el Parque Generalísimo Francisco deMiranda, y el transporte con que contábamos, eran unas busetas en mal estado que solo tienen capacidad para 32 pasajeros, e íbamos 45 personas y 11 sillas plásticas. 

Cola para el concierto de la Femme Fatale

Al llegar a la Universidad Simón Bolívar (USB), estaba lloviendo, por lo que el “amable” conductor del autobús, en vez de dejarnos en la puerta del campo de fútbol donde iba a ser la presentación, nos bajó en la entrada de la Universidad y tuvimos que caminar bajo el aguacero. Por supuesto, sin paraguas y sin conocer el camino, ya que era la primera vez que yo visitaba esa casa de estudio. Atravesamos la multitud de personas que no veían la hora de disfrutar del espectáculo. El tour “FemmeFatale” conquistó a toda Latinoamérica, principalmente a los nueve mil venezolanos que disfrutaron del concierto lleno de pirotecnia y baile por el que pagaron desde 500 hasta dos millones y medio de bolívares.  

Al llegar a la carpa de seguridad, seguía ansiosa por saber cuál era mi trabajo, además de querer ver el concierto. Me colocaron como organizadora en la sección VIP, así que podía estar en las primeras seis filas sin ningún inconveniente. Todo comenzaba a mejorar. Incluso pude notar cuando Britney Spears se bajó de la camioneta a pocos metros de donde me encontraba.

Empezó el espectáculo y los gritos de los fanáticos eran incontrolables. No lograba bajar a las personas que se subían a las sillas, y, cuando les decía algo, la frase de moda era “yo pagué por mi puesto”. En definitiva, el trabajo no era el soñado. Trabajar en un evento no es tan fácil como las personas se lo imaginan. Desde insultos, apretones, almorzar a las dos de la mañana del día siguiente, estar parada durante doce horas, y sobre todo, no recibir el pago. Así es, no cobré los 100 bolívares que me correspondían por el día. Vi el concierto, pero gratis, no fue.

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